Cuando se dio cuenta de que los militares habían abandonado su casa, salió de su escondite y cautelosamente, comenzó a inspeccionar todos los rincones en busca de sus difuntos padres, mas no los encontró en los lugares donde habían quedado.
Estaba tan aterrorizada, angustiada y desesperada, necesitaba sentir la protección que había perdido quizá para siempre.
Y recordó al nogal, el viejo y nudoso nogal de su patio, y se refugió en su copa, entre sus ramas, junto a los nidos de los gorriones.
Nunca supo realmente cuánto tiempo se refugió en ese lugar, para entonces el tiempo no tenía valor alguno, estaba sola, y no había nada que pudiera hacer para remediarlo.
Hasta que una noche una curiosa, pero familiar visión, llegó a sus cansados ojos.
Bajó del árbol, y sin hacer ningún sonido, se escabulló para poder observar mejor, pues no daba crédito a lo que sucedía ante ella.
Era el hombre con el que había soñado la noche anterior a la tragedia, pero ¿qué estaba haciendo?. Parecía como si esstuviera devorando algo, era... ¿eran acaso los restos de su padre?
El horror la hizo presa nuevamente al comprender lo que estaba sucediendo.
Y su mente escapó de aquel lugar.
Caminaba, y todo estaba oscuro. Era difícil de comprender, no sabía como había llegado ahí, sin embargo no había más que hacer que seguir caminando, hasta que se dio cuenta del lugar al cual la llevaban sus pasos... un inmenso precipicio.
Caminó por el borde, eventualmente se resbalaba, pero nunca caía, y esa idea la hacía estremecerse. Incluso la mas mínima brisa la hacía tambalearse.
Y de pronto la visión desapareció, estaba nuevamente en el patio de su casa, y el hombre frente a ella, con la boa de plumas anaranjadas le ofrecía una amplia y atemorizante sonrisa. La saludó con parsimonia y le habló.
A Alicia le fue muy difícil seguir el hilo del discurso de su interlocutor, aunque de todo ese sinsentido logró entender que se refería vagamente a la "inminente desaparición de la especie vampírica a causa de la inefable sed de poder de los grandes"
Pero ella sabía que esa clase de criaturas no existían mas que en los cuentos de terror, y así se lo hizo saber.
Fue entonces cuando vio con detalle la sonrisa del extraño, los dientes, que solían ser planos, terminaban en afiladas y brillantes puntas, y ya no cabiendo en sí de terror, lo comprendío al momento.
Bert el Hebefrénico, lo llamaban, pero el prefería llamarse a sí mismo La Boa Bert.
Y fue entonces cuando nuestra pequeña niña recibió El Abrazo.
El contacto de la fría piel de Bert le helaba hasta los huesos, y luego el mordisco.
Su boca era enorme para el pequeño cuello de la niña. Sentía que en cualquier momento su cabeza rodaría por la tierra, y era lo que más deseaba en ese momento, pero no sucedió.
La sangre brotaba en abundancia de la herida, y con cada gota veía como su vida se escapaba, pero no le importaba. Nunca antes se había sentido tan bien. Aterrorizada, desgarrada, su mente destruida en mil pedazos, pero nunca se había sentido tan bien.
Sorry por la mulez de la segunda parte, pero estoy en otra en este momento xD solo lo copié de mi cuadreno, así q cuando tenga la oportunidad de rehacerlo, lo reharé ::B
Hope you like it, y si no, bueno. xD
me gustó :D , pero como dijiste, estabas en otra parte al pasarlo, podrias pulir un poco algunos detalles y te quedaria pulentoso :)
ResponderEliminarme encanta como escribes, me dieron ganas de escribir el mio, o mejor... hacer el comics del abrazo de mi tzimisce :)
<3
Yiijijiji leición de mentes fatawa :B <3
ResponderEliminarEspero lo demás :)
ResponderEliminarSaludos
Uthanien